martes, 28 de julio de 2009

CRÓNICA LITERARIA "HERIDO DE SOMBRAS"

Por Damaris Cerdas Rivera
El libro de Mario Zaldívar “Herido de sombras”, escrito en una secuencia de 28 días, (del 4 de junio al 2 de julio de 1990), trata de resaltar los hallazgos del científico costarricense Clodomiro Picado en cuanto a las investigaciones para combatir la vejez (vacuna contra la senectud precoz).
Son tres personajes principales: Violeta Parini, periodista de “El Diario”, el Dr. Pío Pablo Salinas y el escritor Mauricio España.
El objetivo del Dr. Salinas es lograr que Mauricio España acceda a donar sangre tipo AB a Violeta, con el fin de continuar con el experimento de combatir la vejez.
Violeta se encargó de localizar a Mauricio para obtener la sangre; la única condición que puso el escritor, era que quería volver a ser un escritor importante.
Mauricio España escritor de los años sesenta, superaba ya sesenta años y había perdido su esplendor, sólo fue famoso por tres novelas, una de ellas “Martes equivocado”, El Archiduque y Viejos derrotados.
La Srta. Parini accedió a la condición de España e ideó un secuestro simulado, el cual consistiría en que él viviría en la casa del Dr. Salinas, ella iría allí a realizarse la transfusión una vez por semana y también se encargaría de publicar las noticias del secuestro en “El Diario”.
La característica de la Srta. Parini, es que le satisfacía el juego erótico con los hombres de cierta edad e inclusive, en el mundillo del periodismo se la conocía como La Lombarda, apodo de sus ancestros italianos y dado también por la belleza de ella.
El Dr. Salinas, vivía en una mansión que se imponía en una esquina del barrio Aranjuez, su propósito era retomar los experimentos de Clorito y comprobar la teoría, él mantenía un romance con Violeta, pero ella le era infiel.
El plan para hacer nuevamente famoso al escritor España inicia con la publicación de la noticia del secuestro en la sección de Sucesos del “El Diario” la cual pasó desapercibida por la noticia de la muerte del el expresidentes José Figueres Ferrer.
Mientras Violeta divulgaba la información “que supuestamente le llegaba de los secuestradores”, en la casa del Dr. Salinas, se entretejía una historia de pasión entre los tres, sobresalía lo sensual, el deseo y el erotismo.
Las relaciones entre el Dr. Salinas y España eran tensas e irritables, no así con el perro del doctor, pues España y el Moro (era un perro mastín guardián de jardín), se convirtieron en entrañables amigos, -una mascota huraña pasó a ser de buena familia por la afinidad con Mauricio-.
Como personajes secundarios, aparecen el detective Salvador Calibre, a quien le gustaba cantar (música de Ray Charles), el doctor Marco Berllés, el dueño del editorial El Parnaso, Plutarco Mochado Carranza y Janitzia Vargas hermana de Mauricio.
El detective, fan del escritor España, vio en la investigación una oportunidad de esclarecer un misterio, al cual, le prestaba más atención por tratarse de un escritor que él admiraba.
El desenlace de la historia es inesperado, pues es justo por el perro que se descubre la trama que había para hacer famoso al escritor, mantener joven a la periodista y para que el doctor obtuviera la gloria al demostrar que el experimento de Clorito Picado sí era efectivo.

¿Quién es Mario Zaldívar?

Por Mónica Solano Castro
¿Quién es Mario Zaldívar?, era la pregunta que me rondaba, luego de leer su libro “Herido de sombras”. Esta novela me provocó emociones contradictorias. Por un lado, la fluidez y sencillez del lenguaje me incitó a indagar más sobre el paradero de la historia. Por el otro, el libro me causó rechazo por su final explícitamente pesimista. Estos sentimientos y la suposición de que el personaje Mauricio España era un reflejo del autor me llevaron a plantearme ese cuestionamiento.
La única forma de saberlo era aisistiendo al bar Buenos Aires, lugar donde inicia su novela; ubicado en el centro de San José. Unos compañeros de la universidad, mi profesor y yo nos reunimos con él.
La verdad no sabía que esperar del encuentro con don Mario, ni siquiera me imaginaba cómo era físicamente; sin embargo, tenía varias preguntas del libro y de la relación entre éste último y su vida personal.
Una vez que llegamos, inmediatamente, observé un pequeño techo que salía del bar, tal vez de un color rojizo, no estoy segura ya que estaba desteñido y era de noche; además tenía unas letras que, seguramente, antes eran blancas y decían: Bar Buenos Aires. Cuando leí el rótulo me emocioné, nunca había estado en un lugar que fuera mencionado por alguna novela.
Luego miré al fondo del lugar y vi una barra vieja, hecha de madera; detrás de ella se encontraba una mujer, alrededor de unos cincuenta años, vestida con una blusa blanca y una malla negra que le recogía el cabello; me pareció que era la mesera del lugar. También, a lo lejos se veían unas mesas y sillas de madera. El bar, para mi gusto, estaba tranquilo, no había mucha gente.
Unas compañeras y yo entramos al sitio, aún no habían llegado los otros compañeros ni el profesor. Estábamos en la entrada y no vimos a don Mario Zaldívar, hasta que escuché a una de mis compañeras decir:
- Ese es Mario Zaldívar, el del sombrero -
Miré intrigada a mi derecha y allí estaba, en una esquina de la barra hablando con otro señor; la verdad, no se confundía con nadie puesto que el sombrero que llevaba lo destacaba entre los demás. El sombrero, color verde musgo claro y la camisa de cuadros azules con blanco me transmitieron una agradable simpleza.
Al divisarlo nos acercamos hacia él, lo saludamos y le explicamos que nosotros éramos estudiantes y que lo íbamos a entrevistar. Él muy amablemente nos saludó y nos dijo que podían buscar una mesa, mientras terminaba su conversación con el otro señor.
Nos adentramos al lugar, las paredes ya no eran blancas, más bien, tenían un aspecto de suciedad, las mesas eran viejas; había una pequeña televisión a mi derecha, casi pegando al techo y algo que me gustó mucho fue un mapa de Costa Rica que estaba guindado en la pared. Realmente era un lugar que mostraba varios años de existir.
Unimos unas cuantas mesas y esperamos a Zaldívar. Minutos después llegaron los compañeros, el profesor y finalmente don Mario. Una vez que todos nos acomodamos él inició con una introducción del libro “Herido de sombras”.
Primero habló sobre la historia que giraba alrededor del experimento contra la senectud precoz, luego sobre el inicio de la novela. Y es aquí donde él empieza a sacar su personalidad.
Comenta sobre su debilidad por las estructuras antiguas; su tendencia a escribir de forma lineal y con un lenguaje sencillo y llano; la importancia de un desenlace inesperado. Es administrador público; le gusta la música popular; toca la guitarra; le atraen los boleros; tiene un espacio en el periódico La Nación donde escribe sobre la música y cantantes costarricenses y escribe cuentos. Evidentemente es un hombre polifacético. Pero aún no sabía quién era él, faltaba que compartiera más de su vida personal, esa área que necesitaba para responder mi pregunta.
Mientras la conversación avanzaba el autor, con una copa de vino en su mano, revelaba áreas más íntimas de su vida.
Nació cerca de Barrio México; creció alrededor de grandes artistas costarricenses; desde niño se propuso una meta, quería dejar una huella; es preocupado por la vida. De esta manera fue aclarando mis dudas, sin necesidad de que yo se las planteara puesto que otros compañeros intervenían.
Seguía la conversación, no sentía que fuera una entrevista, era algo más informal y la verdad me gustó, me sentí cómoda. En eso, un compañero, le preguntó por qué nombró su libro “Herido de sombras”; él respondió que era por las heridas pasadas del escritor Mauricio España pero, además, había una razón personal: le gusta mucho los boleros y uno de ellos tiene ese nombre; es un bolero cubano.
En ese momento yo intervine:
- Don Mario, ¿usted está herido?-
Con una pequeña sonrisa me afirmó que tenía heridas que la vida le dejó. Esto me confirmó aún más su parecido con el personaje Mauricio España. Y efectivamente, él dijo que mucho del personaje era él.
Otra pregunta que nadaba en mi mente y en la de todos mis compañeros era por qué el erotismo estaba presente constantemente dentro de la novela. Zaldívar se puso un poco incómodo puesto que varios compañeros, incluyéndome, le cuestionamos sobre esa parte explícitamente sensual que tiene la historia.
- ¿Violeta Parini, una mujer erótica, está relacionada con su percepción general de la mujer? -, pregunté.
- No, esa es una de las mujeres. Esa no es la única -, respondió.
Nunca pensé que iba a ser tan franco pero lo fue. Afirmó su tendencia a introducir partes eróticas en sus historias. Comentó que el erotismo plasmado en su novela no es morboso sino activo. Por activo, no comprendí exactamente a qué se refería pero me imagino que es aquello sexual y erótico que todo ser humano tiene.
Pero ahora no me quedó claro la razón por la cual don Mario le atraía lo erótico, sin embargo, inmediatamente lo comprendí. Recapitulé lo que dijo al inicio de la reunión. Vivió mucho en la calle, en su juventud estuvo rodeado de sexo y, claro, me imagino que esto lo indujo a escribir aspectos eróticos en sus novelas.
Así como su vida tiene áreas negativas, la novela “Herido de sombras” también contenía un mensaje negativo. Entonces me pregunté si cada novela que realizaba era por sus problemas pasados, pero no era así. La razón que aclaró mi duda fue que la felicidad no es productiva, contraria a la tristeza o desesperanza, estos sentimientos provocan más impacto en el lector.
Llegué sin ninguna espectativa, pero con un gran cuestionamiento: ¿Quién es Mario Zaldívar?. La primera impresión que él me transmitió fue humildad y sencillez: un señor con barba blanca que delataba alrededor de sesenta años de edad, y con una forma de vestir sencilla, parecida a la de un campesino. Esto también se vio en su forma de escribir, sin embargo su vida personal no aparentó simpleza, dejó mucho de qué hablar. A pesar de la negatividad de sus novelas, su visión de mundo no lo és. Y esto se afirma con una frase muy positiva expresada por él:
- La vida la veo como una gran felicidad -

El ardor del oficio periodístico

Por Aniseh Villanueva
La emoción y el estrés llenaban el ambiente del automóvil en el que viajaba junto con el camarógrafo y la periodista. Eran casi las 10 de la mañana y se había hecho tarde. Íbamos a una velocidad de 120 km por hora.
La razón de esta carrera es muy simple: El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, había sufrido un golpe de Estado en plena mañana y ahora se encontraba en Costa Rica.
Llegamos al aeropuerto 20 minutos pasadas las 10. El calor era insoportable. Nos fuimos por la parte de atrás y nos encontramos con todos los automóviles de los periodistas que estaban amontonados en media calle.
Bajamos rápidamente el equipo del carro y caminamos hasta la aguja que impedía el paso a la pista de aterrizaje. El otro camarógrafo ya estaba desde hace rato esperándonos en el lugar.
Nadie sabía nada. Todos estaban muy tensos y ansiosos y se peleaban el campo para estar de primeros en caso de que abrieran la agujilla.
Un policía nos hizo saber que faltaba poco para entrar a tomar las declaraciones de Zelaya. El calor insoportable hizo la espera eterna. El sol nos pegaba directamente y no había donde encontrar sombra.
Luego, uno de los policías empezó a tomar credenciales de algunos periodistas, lo que era señal de que ya era hora. Todos empezaron a meterse. Los dos camarógrafos y yo nos pasamos como pudimos por debajo de la aguja y empezamos a correr, mientras que la periodista ya se nos había adelantado.
Llegamos a un garaje de avionetas. Habían improvisado una mesa larga con dos escritorios de oficina. Tenían colocada una alfombra roja en frente del escritorio. El espacio de la prensa estaba rodeado por la cinta amarilla de la fuerza pública.
- ¡Cámaras atrás y fotógrafos adelante! - gritó un oficial robusto, quien llevaba la placa colgando de su cuello.
La lucha empezó. Los periodistas se empujaban, los fotógrafos uno encima del otro y los camarógrafos hacían lo posible por acomodarse en el mejor ángulo.
Después de un rato, se abrió la puerta y salió un hombre de bigote vestido con camiseta de dormir blanca. Tenía el cabello negro peinado hacia atrás y unos anteojos sin aro. Era Zelaya.
Óscar Arias, junto con la ministra de seguridad Jeanina del Vecchio, y con el ministro de la presidencia Rodrigo Arias, salieron con él y se sentaron a su lado. Luego de unas breves palabras del presidente de Costa Rica, escuchamos la esperada declaración del mandatario hondureño.
“Mel”, como le conocen en Honduras, contó que un grupo de militares ametralló los portones de su casa de habitación a las 5 de la mañana.
- Cuando me asomé estaban golpeando a uno y amarrando a otros y tirándolos al suelo.
Zelaya, sin comprender bien lo que ocurría, bajó rápidamente a avisarle a una de sus hijas que había un asalto en la casa. En ese momento, cerca de 8 o 10 encapuchados de casco verde olivo, lo tomaron por la fuerza y lo sacaron a empujones de su casa.
- ¡Suelte el celular!, ¡si no suelta el celular le vamos a disparar!- le gritó uno de los militares mientras lo encañonaban con armas de grueso calibre muy de cerca para atemorizarlo, hasta que uno de ellos le arrebató el teléfono de la mano.
Luego lo subieron a un carro y se lo llevaron de inmediato amarrado para el aeropuerto, en donde lo montaron en el avión presidencial.
- Los pilotos, que son los dos capitanes que vuelan conmigo siempre desde hace tres años, no quisieron ni abrir la ventanilla de la vergüenza.
Zelaya asegura que el avión dio varias vueltas por lo dedujo que no estaban muy seguros de donde dejarlo. Cuando se dio cuenta, el avión estaba aterrizando y lo hicieron bajado a empujones en suelo costarricense.
- No me asesinaron porque Dios es grande.
Todos lo miraban con atención y no perdían detalle de lo que decía, sobretodo cuando llegó la sesión de preguntas.
Apenas terminó la conferencia, el mandatario hondureño, se levantó junto con los Arias y la ministra y entraron de inmediato por la puerta de la que habían salido al inicio, sin darle tiempo a la prensa de nada.
Se nos dieron cerca de 10 minutos para recoger todo y luego nos echaron del lugar. Los oficiales nos acompañaron para asegurarse de que nadie se quedaba.
En una declaración posterior ese mismo día, Manuel Zelaya dijo que su esposa e hijos estaban a salvo asilados en diferentes embajadas.
Sin embargo, el resto de su gabinete y funcionarios no corrieron la misma suerte, puesto que el mandatario asegura que la canciller Patricia Rodas fue detenida esa misma mañana y aun la tienen en una unidad militar. Los embajadores de diferentes países fueron golpeados. Los medios de comunicación están intervenidos y censurados y, como si esto fuera poco, cortaron la electricidad en todo el país.
El destino de esta nación centroamericana aun es incierto. Este inesperado golpe de Estado desató una oleada de violencia en las calles de Honduras. La comunidad internacional reprobó la acción tomaba por el Congreso hondureño y piden la restitución del presidente Manuel Zelaya.

Sed de fama

Por Aniseh Villanueva

El escritor costarricense Mario Zaldívar nos sorprende con “Herido de sombras”. Un libro de 187 páginas que nos ejemplifica claramente que las personas están dispuestas a lo que sea con tal de alcanzarla fama.
La obra toma lugar en San José en el año de 1990, en el cual varios acontecimientos ocurrieron en nuestro país: el pueblo costarricense estaba como loco por el mundial en Italia, muere Pepe Figueres y a la vez un fuerte temblor agita todo país.
Todo inicia el primer lunes del mes de junio, cuando la periodista Violeta Parini, se reúne en el bar Buenos Aires con el escritor Mauricio España.
Parini era una mujer hermosa, de caderas pronunciadas y de atributos muy marcados que llamaban mucho la atención del sexo opuesto. Era conocida como “La Lombarda” debido a su origen italiano. Se encontraba en medio de una problemática relación sentimental con el doctor Pío Salinas.
Por su parte, el escritor era un hombre solitario, de más de 60 años, con cabello gris peinado hacia atrás en una cola de caballo.
El objetivo de esta reunión era muy simple: Violeta estaba interesada en la sangre del escritor para un experimento del doctor Pío Salinas.
Basándose en investigaciones anteriores de Clorito Picado, el doctor Salinas quería inyectar la sangre de España en Violeta. La hipótesis es que si inyectamos sangre de una persona vieja en una persona joven, ésta desarrollará anticuerpos que le ayudarán a prevenir la vejez precoz.
Tras largos esfuerzos de encontrar a alguien de edad avanzada con el tipo de sangre de Violeta, dieron con Mauricio España.
El escritor acepta ser parte del experimento, pero a cambio pide que le ayuden a fingir su secuestro.
En su tiempo, Mauricio España había sido un escritor famoso. Tres de sus obras fueron muy reconocidas, sin embargo el tiempo lo dejó en el olvido.
El trato resulta atractivo para todos. Mauricio España ganaría la popularidad que antes tenía, Pío Salinas lograría gran reconocimiento en el mundo de la medicina si el experimento resulta exitoso y Violeta Parini sería destacada en su profesión con la magnífica cobertura que le daría al secuestro.
El 5 de junio inicia el auto secuestro. El escritor sale de su casa y se instala en la residencia del doctor Salinas. A partir de ese mismo día empiezan las transfusiones de sangre.
La noticia del secuestro, escrita por Violeta Parini, sale en el periódico al día siguiente, pero pasa inadvertida.
Dos días después de la desaparición del escritor, le llega a la Lombarda un mechón de cabello gris a su oficina en El Diario, junto con un mensaje de los secuestradores pidiendo una exagerada suma de dinero como rescate. Sin embargo, un fuerte temblor en el país opaca nuevamente la noticia del secuestro.
El viernes 8 de junio de 1990 muere Pepe Figueres. La importancia de este hecho opaca todas las otras noticias del los diarios, incluida por supuesto la de la desaparición de España.
Días después, se empieza a tomar en serio la desaparición del escritor cuando llega a El Diario un pedazo del dedo meñique.
Ante la seriedad del caso, la policía asigna a Salvador Leiva, conocido como Calibre, para hacerse cargo de la investigación. El agente, quien era admirador de las obras de España, visita a Janitzira Vargas, hermana del desaparecido en busca de pistas.
Seguidamente, Calibre busca a las 3 mujeres que frecuentaba España. Logra dar con dos de ellas, pero la tercera resulta ser un misterio.
El 16 de junio llega un pedazo de oreja a El Diario.
Parini, quien ya se había enredado con España, le confiesa que el experimento de Clorito Picado había funcionado antes en Pío Salinas. A pesar del que el doctor aparentaba tener unos 60 años, su acta de nacimiento revela que tiene 87 años.
El 23 de junio, Costa Rica pierde 1 a 4 contra Checoslovaquia en el mundial de Italia. Ese mismo día, Calibre tiene una nueva pista proveniente del Banco de Sangre, según la cual días antes del secuestro habían llamado a preguntar por donadores de sangre tipo AB. El único registrado era Mauricio España.
Calibre busca al doctor Berllés, jefe del Banco de Sangre y le pide que compare la voz de la llamada con la de una cinta que enviada por los secuestradores. Berllés la reconoce como idéntica y además da una pista valiosa para la solución del caso: la persona que llamó tiene un perro llamado Moro.
La fama de Mauricio España había crecido tanto que la editorial estadounidense Parker & Williams se ofrece a pagar el rescate a cambio la historia de su cautiverio.
Ante todo esto, España, quien ya estaba más que complacido con su nueva fama, propone dividir el dinero del rescate entre los tres, pese a que el doctor Salinas no estaba de acuerdo. Sin embargo, el plan le viene abajo cuando Janitzira Vargas dice a los medios que ella es la verdadera autora de los libros de España. Ante esta revelación, Parker & Williams decide retirar la oferta.
Para el 2 de julio, las sospechas acerca del secuestro habían aumentado. Violeta es suspendida de sus funciones en El Diario y le abren una investigación. Tanto ella como Salinas están conscientes de lo mal que les irá si el escritor abre la boca. Deciden que lo mejor es matarlo y huir.
Calibre había seguido a Violeta hasta el bar en donde ella estaba con Salinas. Cuando se acercó a hablar con ellos, reconoció de inmediato la voz del doctor y la asoció con la del secuestrador.
Esa misma noche, Salinas le inyecta una sobredosis de tranquilizantes al escritor en lugar de vitaminas. Después tira el cuerpo en un lote cerca de su casa y prepara su equipaje para escapar con Violeta hacia Ecuador por la mañana.
Al día siguiente la policía encuentra el cuerpo del escritor, el cual había sido velado durante la noche por el perro del doctor, el Moro.
Inmediatamente, la policía arresta al doctor Pío Salinas, mientras que Violeta Parini logra escapar. En el momento del arresto, Calibre le revela al doctor quela tercera mujer que se relacionaba con España había muerto recientemente murió de sida y que según estudios del laboratorio, Mauricio España también era portador de la enfermedad.
Considero que el autor nos quiere mostrar mediante esta obra que la gente hace locuras por fama y reconocimiento.
Considero que es una obra muy bien escrita. Tiene todos los elementos de una buena crónica: descripción, tiempo cronológico, momentos de sorpresa, genera sentimientos en el lector y nos ubica tanto en el tiempo como con los espacios en que se desarrolla la historia.

“Herido de sombras”

Por Mónica Solano Castro


Lunes 4 de junio de 1990, en un bar llamado Buenos Aires en San José, a las cinco de la tarde, se encontraba el escritor Mauricio España en una mesa del fondo del lugar, de nariz regular, mentón recogido, ojos cafés y cabello largo y gris, que delataba unos sesenta y cinco años de edad. Se reúne con la periodista Violeta Parini, alrededor de unos ventitantos años, con unos ojos verdes, pelo castaño, piel color tabaco y una estatura sobre metro ochenta centímtros.
La periodista le explicó una larga historia sobre el increíble experimento médico que ella y el doctor Salinas querían comprobar.
“-El doctor Pío Pablo Salinas -aclaró ella- es un científico que está recobrando los descubrimientos de nuestro sabio, Clorito Picado, relacionados con las propiedades de la sangre” (Zaldívar, 2007: p.3).
A finales de los años veinte, explicó Parini, Clorito Picado empezó una investigación conocida como Vacuna contra la senectud precoz. Él tenía una hipótesis de que si una persona jóven se inyectaba sangre de un anciano, creaba anticuerpos que retardarían la etapa de la vejez. Su experimento lo aplicó en él, se inyectó sangre de ancianos, pero no logró aprobar su investigación. Esto lo retomó el doctor Salinas junto con Parini; quienes pretendía encontrar a un viejo que tuviera el mismo tipo de sangre que ella, sangre AB, con el fin de que se la inyectara y de esta forma comprobar el experimento.
España, quien tenía una gran atracción fisica por Parini, aceptó ser el donador de sangre. Pero él, también, quería obtener un beneficio de todo este futuro acontecimiento. Entonces propuso que se le realizara un falso secuestro, con el fin de recuperar aquella maravillosa época de los años sesenta, en donde su éxito como escritor iba de viento en popa. Y esto se lograría convirtiendo el secuestro en interés público a través de El Diario, donde trabajaba Parini.
El escritor era un hombre solitario, que vivía constantemente en el pasado, sufría y añoraba sus anteriores victorias como literato. Su ruina lo convirtió en un enfermizo ambicioso.
El último punto que acordaron fue que España se quedara en la casa del doctor Salinas ya que era el lugar más accesible para hacer las transfusiones. A partir de este acuerdo se presentarían determinantes eventos que llevarán a estos individuos a una calle sin salida.
El doctor Salinas, hombre de grandes ambiciones, rondaba los sesenta años. Su físico se caracterizaba por rasgos toscos: nariz de piedra, bigote de púas, labios delgados pero dientes agresivos, pies anchos y sobre todo manos poderosas que atraían y fascinaban, aún a su edad, a las mujeres. Una de estas era, la erotizada y hambrienta de hombres viejos, Violeta Parini, quien tenía una relación amorosa con el doctor. Esta relación se basa en quiebres y uniones constantes.
Pero Violeta no era una mujer de un sólo hombre. Mauricio España, a partir del acuerdo que pactaron, formó parte de su vida amorosa, y no era de asombrarse ya que la periodista tenía una poderosa debilidad por los hombres mucho mayores que ella. De esta manera, se forma un triángulo amoroso (España - Parini - Salinas) que repercute en la estabilidad del plan de estos tres empedernidos ambiciosos.
La periodista era una intermediaria entre Salinas y España. Ambos mantenían su relación sólo para efectos del plan que acordaron, pero no iba más allá. Sus pensamientos eran distintos, ambos eran grandes conquistadores de la fama y el reconocimiento, por tanto, cada uno quería imponer sus reglas con el propósito de beneficiarse. Lo único que los unía era la atracción por Violeta.
Ninguno de los dos quería aflojar, ni un milímetro, del codiciado dinero, reconocimiento y fama que les vendría a través del secuestro y el experimento.
Desgraciadamente, la aventura se convirtió en un enredo de mentiras y dramatismos, en donde la policía se vio forzada a involucrarse en el plan. El hedonismo inundó sus mentes; se enredaron en sus propios mecates, tanto así, que al final el escritor Mauricio España fue asesinado por su propio compañero de trabajo, el doctor Parini, y traicionado por su amada Violeta, quien tuvo que escaparse a Ecuador para evitar los problemas legales venideros. Así mismo, Salinas pensaba irse sin embargo, la ley lo capturó.
Es así como finaliza el libro Herido de sombras, del escritor Mario Zaldívar. Es una novela basada en el experimento más fascinante que el científico Clorito Picado realizó en la década de los años veinte: la vacuna contra la senectud precoz. Picado, también, era conocido por sus avances en el descubrimiento de la penicilina. La investigación más importante del científico fue publicada en grandes medios de comunicación, como lo son: El Repertorio Americano y la Revista Científica de La Sorbona.
El autor, Mario Zaldívar, toma el interesante hecho científico y lo adapta a una historia que se desenvuelve eficazmente durante todo el libro. Zaldívar intenta exponer los problemas que sufre el ser humano cuando se enfrenta a la soledad, la fama y a un querido pasado que ya no existe y que se quiere obtener, de nuevo, a toda costa.
La novela posee un mensaje que invita al lector a reflexionar sobre las acciones impulsivas que toma el ser humano, cuando se confronta con nostálgicos recuerdos que forman parte de la historia pasada de ese individuo. Ejemplo de ello es la actitud masoquista de Mauricio España, cuando le pide al doctor Salinas que le corte la oreja y dedo izquierdos con el único fin de atraer más público. Por otra parte, está la frialdad de Parini y Salinas, quienes deciden sacrificar al escritor con tal de que no se les imputaran recargos judiciales.
Acontecimientos inhumanos como estos reflejan una oscura realidad de los personajes; transmiten un ambiente de derrota y negativismo. Aquellas ambiciones se convierten en monstruos incontrolables que complican la vida de los tres protagonistas. Sus acciones, evidentemente, son en vano.

Canas al aire, quinceañera segura


Por Arleth Badilla

arlbadmo@hotmail.com


La calida caricia de una mujer joven, hermosa y sexy se vuelve como una toalla de seda que limpia de las arrugas y el cansancio el cuerpo de un anciano de más de ochenta años que encuentra en esa mujer un vaso de agua en el desierto.
Mario Zaldívar, escritor Costarricense plantea en su obra Herido de Sombras, la vieja investigación de Clorito Picado acerca de la senectud precoz y como inyectar sangre de una persona de edad avanzada a un joven puede ayudar a este a retardar la llegada de su vejez.
La gerontofília, mal que aqueja o beneficia a aquellos que por algún motivo sienten el instinto incontrolable de satisfacer sus más extremos deseos sexuales con personas ancianas. Es de los temas centrales de este libro.
Herido de Sombras es una obra que se desarrolla en el contexto de los años noventa y presenta como Violeta una joven periodista satisface sus instintos sexuales a plenitud con el Doctor Pío Salinas y el escritor Mauricio España a la vez.
El primero sobre pasa los ochenta y seis años el segundo los sesenta y cinco, circunstancias que hacen a Violeta ¨La Lombarda¨ como la llaman en el libro una gerontofílica por excelencia.
La búsqueda de la fama une a estos personajes, ella por alcanzar impacto en sus notas, el médico por el reconocimiento científico con la teoría de la senectud precoz y el escritor por reivindicarse como tal.
Este trío se convierte en una complicidad de acciones y un círculo amoroso en el que Violeta resulta ser el eje común.
Mientras leo pienso como ante nuestros ojos aparecen violetas no solo gerontofilicas, si no también deseosas de fama, lujos y dinero.
El Doctor Salinas pone su felicidad en manos de violeta, un perro y una casa. Y esto me saca de la década de los noventa y me ubica en el hoy.
Viejos que encuentran su inyección rejuvenecedora en la compañía de una adolescente que puede ser su hija. Como su cuerpo aún no germinado, da vida a un medio siglo de cara arrugada y papada larga.
Aquellos, que inocentes o conscientes se dejan arrastrar por los encantos naturales o no naturales de Violetas Parini contemporáneas.
¨La Lombarda¨ abre sus dos alas de encanto a la fantasía de un par de hombres que podrían ser sus abuelos, a mitad del libro mi mente divisa a un anciano desnudo al lado de una piscina, es Berlusconi.
A sus setenta y tres años mantiene al parecer, una especie de relación la cual salió a la luz hace escasos días con Noemí Letizia de dieciocho años.
El primer ministro de Italia participa en fiestas de jovencitos y vuelos de estado con invitados privados, esto lo ha metido en serios problemas y lo tiene como festín de la crítica internacional.
Feliz, gozoso como un adolescente de piel flácida y blancuzca el político, abogado de profesión y ministro Italiano Silvio Berlusconi celebra según fotografías el cumpleaños número dieciocho de Noemí Leticia.
Son las once treinta de la una mañana soleada y calurosa de Junio de repente encuentro en mi lectura este párrafo.
¨ Es posible, Pío, pero ni vos ni yo podemos ignorar las agallas de este tipo quien se ha jugado todo por su obra ¨ le dijo ¨la Lombarda¨ al doctor, refiriéndose al escritor.
Esto me hace pensar en las agallas del primer ministro Berlusconi, para anteponer su cargo, su matrimonio y su figura obviamente publica al ridículo internacional de una relación que tiene un abismo de cincuenta cinco años de diferencia.
Pasada la pagina ciento cincuenta del libro, leo con asombro como el doctor Salinas le dice al escritor Mauricio España mi querido amigo poco antes de inyectarle el último suspiro a su vida.
Con estos amigos para que enemigos o como dicen, mejor solo que mal acompañado, lástima que esta frase no la sabía, supongo el señor Berlusconi lo deduzco por su declaración de días pasados.
"amigo estimado y empresario serio cuya presunción de inocencia debe ser respetada" haciendo referencia al conocido reclutador de jóvenes Gianpaolo Tarantini.
Según he leído la mujer de Berlusconi, Verónica Lario, anunció hace unas semanas que ha solicitado el divorcio a su marido, entre otros motivos, por la presencia del primer ministro italiano en la fiesta de cumpleaños de Letizia el pasado mes de abril.
A la una de la tarde termino de leer Herido de Sombras, el final me sorprende pues en una trama de secretos pensé que estos se mantendrían como tales sin embargo, todo sale ala luz.
Sería confortante que en nuestra sociedad sucedieran más a menudo estas cosas que la maraña de secretos, mentiras y caras limpias de políticos como Berlusconi cayeran y dejarán ver la realidad, tras corbatas y trajes costosos.
El Doctor Salinas sollozando acepto su culpabilidad dejándose poner las esposas en la última página del libro, Berlusconi ha visto elevarse hasta las nubes inalcanzables de sus sueños la posibilidad de llegar ala presidencia de la república tras su torrente de escándalos erótico-festivos.

jueves, 16 de julio de 2009

Un laberinto de malas decisiones

Por Melissa Alvarez Barquero

“Herido de Sombras”, es la última obra literaria del escritor costarricense Mario Zaldívar, ganador del Premio Editorial Costa Rica en 1994.
En esta novela, el autor logra introducir al lector en la historia, sentir que conoce a los personajes y poder entender su manera de pensar y actuar.
Eran las cinco de la tarde, en el hospitalario bar Buenos Aires ubicado en nuestra ciudad capitalina. Un lugar que iniciaría todo el curso de esta historia.
Violeta Parini, una periodista de veintitantos años, con un cuerpo esplendoroso, de piel color tabaco, ojos verdes y cabello castaño se une al médico Pío Pablo Salinas, hombre con pasados setenta años; para continuar las investigaciones del científico costarricense Clorito Picado.
Picado trataba de demostrar la manera de generar anticuerpos contra la senectud precoz, por medio de una transfusión de sangre de una persona mayor a una joven, ambos de igual grupo sanguíneo, con el fin de que al formarse anticuerpos, el mismo organismo se defendiera de la vejez.
La periodista Violeta Parini con el grupo sanguíneo AB se ofrece como voluntaria, y para encontrar al donador, contactan a Mauricio España, escritor en el anonimato, de unos sesenta y cinco años, con melena gris y ojos cafés.
Violeta, quien mantenía una relación sentimental con el Dr. Pío Pablo Salinas, se siente atraída por el olvidado autor. Le gustaban los hombres mayores, y es así como comparte relaciones sexuales con ambos.
El escritor, acepta con la condición de que Violeta y el doctor le ayuden a avivar su carrera pretendiendo un secuestro falso, y de esta manera todos salen beneficiados.
La codicia, la ambición, la inagotable búsqueda de fama, todo en conjunto, es el hilo conductor de esta historia con un final inesperado.
Por una parte, Pío Pablo Salinas busca la fama, ya que al poder demostrar la validez de los estudios, su nombre se haría conocido por todo el mundo, y Violeta al cubrir las noticias, no sólo del experimento, sino también del “secuestro” del escritor se crea la fama de una periodista prestigiosa.
Mauricio España, con toda esta trama, lograría volver a la época más exitosa como escritor, cuando estaba en la boca de todas las personas y era un artista aclamado.
Todos tenían un interés, pero las complicaciones, cambiaron los planes de los personajes así como el rumbo de la historia.
La buena labor de Calibre, el detective, al ir juntando las piezas del rompecabezas en busca de la verdad, la estupidez de Mauricio España al confesar su plan a su hermana y a su abogado, y el temor en el doctor y en la periodista, hace que los últimos tomen la decisión de matar al escritor.
El perro del doctor, El Moro, quién se había encariñado con el escritor aparece junto al cadáver de Salinas y fue así como el detective une los cabos.
Finalmente, nos enteramos que Mauricio España, tenía sida y a la vez, por medio de las transfusiones concluimos que Violeta Parini, quién huyó a Ecuador sin conocer el desenlace de la historia, también. El doctor Pío Pablo Salinas cae en las manos de la justicia.
El mensaje de la novela, es que la búsqueda de fama por parte de los personajes, los ciega y los lleva a tomar decisiones precipitadas, que generan un mal resultado de sus planes.
Intrigas, misterios, sorpresas; todos son elementos que encontramos en “Herido de Sombras”, la última novela de Mario Zaldívar, que sin duda nos transporta a una historia que alterará todos nuestros sentidos.

martes, 7 de julio de 2009

VEINTICINCO METROS ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE


"EN RECUERDO DEL DÍA QUE UN ANGEL SE FUE AL CIELO"

Por Arleth Badilla


Es viernes por la mañana, la pereza me embarga al pensar que es mi último fin de semana de vacaciones sin embargo, nada me pudo hacer imaginar que se trataba también, del fin de semana más duro, difícil y triste que hasta el momento había pasado.
El día transcurre sin más de lo normal, a las cinco de la tarde mientras veo un programa de televisión, aparece en la pantalla un avance de noticias de un medio nacional.
De inmediato un colega informando sobre un accidente de tránsito ocurrido frente a Terramall, un hombre llora sobre el cuerpo de una joven quien evidentemente esta muerta, la cantidad de sangre que los cubre a ambos es más de lo que un cuerpo puede perder para seguir con vida.
Al instante salgo del cuarto, la imagen me impacta más de lo acostumbrado, le comento a mi mamá que los medios nacionales han perdido el respeto a la dignidad humana como dice uno de mis profesores.
Espero lo prudente y regreso al cuarto con el deseo de que haya finalizado el avance, pasaron dos o tres minutos, tomo asiento y continuo mirando mi programa.
Cinco minutos después suena el teléfono contesto rápidamente, es Nadia una amiga del colegio con la que hace varios días no hablaba.
- Na, ¿Cómo estás?
- Bien ¿Y vos?
- Super bien ¿Cómo va todo?
- Bien. Pasó algo.
- ¿Cómo paso algo? ¿Qué te pasa, por qué hablas así?
- Susana se mató, me dice sin rodeos.
Susana, una compañera y amiga del colegio acababa de ser atropellada por uno o dos carros no supo explicarme bien, en ese momento me quedo sin palabras y solo le pregunto ¿Fue en Terramall?
Sí y luego de decir un par de cosas más me corta el teléfono. Ese instante ha sido el más largo de mi vida.
Mi mamá y mi hermana me ven consternadas y me preguntan que pasa, no logro decir nada las lágrimas de inmediato se me vinienen a la cara.
No puedo explicar lo que siento, el corazón se me estremece y no puedo controlar el cuerpo, tiemblo como si estuviera muriendo de frío, la noticia me impacto a un punto que no me deja hablar.
Controlarme fue un poco difícil, pero luego de que lo conseguí tuve durante el resto de ese día y la noche pequeños lapsos en los que perdía el control de nuevo y estallaba en llanto, así transcurrió esa noche del día en que Su murió.
Al día siguiente desperté con el ánimo por el piso y recibiendo llamadas de todos mis amigos quienes se llamaban los unos a los otros haciendo correr la noticia que consterno a todo el cantón de Paraíso.
La noche llegó rápido y con ella la vela, pensé durante más de una hora fuera de la funeraria si entrar y mirarla muerta o recordarla por siempre como era.
Con esa sonrisa hermosa, su cabello rubio y lacio que le caía por los hombros y le daba junto con sus bellísimos ojos azul cielo esa apariencia de extranjera que tenía, pienso que era un angel.
Al final unos amigos me convencen de entrar y no postergar este momento que podría arrepentirme de dejar pasar, pues después del entierro de mañana aunque lo deseara no podría verla nunca más.
Adentro , observo al fondo y como si pareciera estar a kilómetros un ataúd de madera iluminado por una luz tenue, rodeado de flores de colores y con un crucifijo de plata en la pared. Creo que hasta ese momento caí en cuenta de que era verdad Su estaba muerta.
Hago una corta fila hacia el ataúd, a mi alrededor escucho ese cuchicheo característico de toda vela en la que la gente trata de hablar en vos baja pero como todos lo hacen a la vez al fin de cuentas no existe el silencio que se pretende mantener.
Por fin llega mi turno en la fila, dos pasos hacia delante y miro sus manos con un ramillete de girasoles en ellas y un rosario de oro colgando, luego dejo que mi mirada suba despacio tiene puesto un vestido blanco con encajes y una cadenita de oro en el cuello.
Suspiro despacio y cortado pues me falta el aire y la miro a la cara, de inmediato se me estremece todo el cuerpo, siento como las lágrimas que tenía atoradas en la garganta caen por mi rostro. Jamás pensé que el corazón pudiera doler hoy me duele hasta el alma.
De inmediato recuerdo un día de colegio en que me invitó a almorzar a su casa y como su mamá estaba trabajando ella preparó el supuesto almuerzo, un sándwich y una smirnoff, frente a ella miro como cada momento que pasamos juntas pasa frente a mis ojos.
Esto me pasó toda la noche, he recordado cada palabra, cada risa, cada cumpleaños que por cierto celebramos el mismo día 24 de mayo, así paso la noche de la vela.
Al día siguiente la iglesia decorada con flores blancas de todo tipo parece estar a punto de ser testigo de un matrimonio en lugar de un funeral, el féretro entrando en el templo abarrotado de gente es el inicio del fin de este horrible primer fin de semana de setiembre.
Unas palabras del padre junto con otras hermosas frases dichas por Catherine la hermanita menor de Susana describiendo a su hermana, le dan paso al fin definitivo en el cementerio a unas cuantas cuadras.
Ya en mi casa por fin tengo tiempo de leer los periódicos, los cuales difieren entre ellos en la edad de la fallecida pero coinciden en un detalle el motivo del accidente. Susana una joven estudiante de enseñanza especial de la UCR, puso sus sueños y su vida en manos de un puente peatonal que no quiso usar para cruzar la carretera aquella tarde.
Las fotografías e imágenes de los medios presentan un cuerpo ensangrentado en la autopista Florencio del Castillo detrás del cual se divisa a escasos veinte cinco metros ese puente peatonal que Susana no utilizo por algún motivo aquel día.

Las huellas del alma

Por Melissa Alvarez
Ocho meses han pasado desde que Angie Peraza, de 25 años, fue atacada junto con dos de sus compañeras luego de salir del trabajo. Hoy, espera el juicio que determinará el fin de esta trágica pesadilla.

Era la una de la mañana del martes 28 de octubre. Angie Peraza, deseaba regresar a casa para descansar luego de un largo día de trabajo en el casino White House en Escazú. La madrugada era fría, el viento soplaba con mucha fuerza.
-Buenas noches-, le dijo a sus compañeros de trabajo y tomó el bolso negry grande con sus pertenencias y se preparó para marcharse junto con dos de sus amigas.
Llegaría a la casa, su esposo la recibiría, comería algo y finalmente dormiría en la cama en que había deseado descansar durante todo el día. Pero sus planes cambiaron.
Luego de despedirse, Angie abordó el auto de una de sus amigas. En ese momento sólo podía pensar que ya pronto estaría en su casa, acostada viendo televisión para quedarse profundamente dormida y empezar así normalmente otro día; un día como cualquier otro.
-¡Nos vamos!-, le dijo a sus amigas. -¡Estoy cansadísima!
Su amiga toma el volante y se marchan del lugar.
No habían pasado los 100 metros, cuando el auto en que viajaban, un Toyota Echo dorado, con la placa 755994, fue interceptado por un carro blanco, en el cuál había dos tipos.
-¿Qué pasa? ¡Tomen nuestras pertenencias pero no nos hagan daño!,- gritó Angie con toda la fuerza que no sabía que su voz tenía.
El miedo, invadió su corazón, sus manos sudaban, sentía sus labios temblar. Los escalofríos se apoderaron de todo su cuerpo. Temía lo peor. Pedía a Dios que le ayudara, estaba muy asustada.
Los asaltantes, uno gordo y uno flaco, de mal olor, no podían controlar la situación y decidieron deshacerse de una de sus víctimas, esa fue Angie. Al llegar a un desolado lote la lanzaron del auto y le dieron dos disparos. Ambos tiros impactaron su cabeza. Angie sentía que se ahogaba en su propia sangre. Pensó en su hija.
-¿Cómo le van a decir que a su mami la mataron?
Ese pensamiento no salió de su cabeza. Pidió perdón a Dios por todos sus pecados, sintió por un momento que ya había muerto y recordó la sonrisa de hija al verla y decirle
-¡Mami!.
De pronto, escuchó un ruido y se percató de la situación.
-¡Estoy viva, AYUDA!
No sentía dolor, y con las pocas fuerzas que le quedaban se arrastró por la calle fría y sucia en busca de un buen samaritano que le diera una mano.
Se arrastró hacia los portones de las casas.
-¡AUXILIO, ayúdenme por favor!, suplicaba Angie.
Lamentablemente, los habitantes del lugar cegados por el miedo, decidieron no salir a rescatar a la joven muchacha, quien se quitaba la sangre de la cara con su abrigo.
Molesta por la cobardía de los vecinos, decidió seguir arrastrándose hasta que una mujer salió de su casa y le dijo:
- muchacha voy a ayudarte.
Inmediatamente, la señora llamó a la policía y a la ambulancia. Angie, consciente del acto de la mujer, le agradeció con todo su corazón.
Veinte horas más tarde, Angie, la joven madre, esposa y amiga, era operada en el Hospital México. Su familia no podía creer lo que había ocurrido.
Luego de la operación, miró a su alrededor, habían policías en su puerta, personas llorando. La pintura del cuarto era de un color claro y tenía algunas manchas. Entonces, recordó lo que había sucedido y preguntó:
-¿y mis amigas? ¿cómo están ellas?.
Los oficiales para calmarla, decidieron mentirle y sin más preámbulos le dijeron:
-Ellas están muy bien, sobrevivieron, no te preocupes.
Lo que Angie desconocía era que una de ellas había fallecido en el trágico incidente.
Pasaron cuatro días, en que las personas venían y salían de su cuarto, excepto por los policías, que siempre vigilaron con cautela la entrada de su habitación. Eso la hacía sentir segura. Inmediatamente le dieron de alta y un psicólogo habló con ella y le dijo la verdad:
-Yerlin murió.
Angie sintió un aire frío que recorrió todo su cuerpo y no hallaba explicación.
La joven regresó a casa con miedo de ser encontrada nuevamente por los salvajes que la intentaron matar. No pudo ver a su hija por quince días. El padre de la niña le dijo:
-“tu mami tuvo un accidente en carro”.
La niña preguntó con lágrimas en sus ojos:
-¿Y se murió?
El padre de la menor, quien una vez había compartido su vida con Angie, soltó sus lágrimas y le contestó que ella estaba bien, que mamita sólo había perdido un ojo.
Cuando la niña pudo ver a su mamá la abrazó, le dijo que la quería, y la madre le explicó toda la verdad, con el fin de que no se enterara de otra manera. Se abrazaron como si tuvieran años de no verse. Angie sintió nuevamente las fuerzas que necesitaba para vivir.
Las secuelas de esa madrugada fría, trágica del 28 de octubre son claramente visibles. Angie perdió su ojo derecho, así como dos de sus sentidos: el del olfato y el del gusto.
Hoy, luego de 8 meses, Angie continúa incapacitada, y asegura haber perdonado a los malhechores.
-“No les guardo ningún rencor”, asegura.
Espera con miedo el juicio que se realizará en contra de los asesinos.
-“tengo miedo de que me maten para que no hable”.
Lo único que le pide a Dios es que se haga justicia, y que no permita que estos hombres continúen haciendo el daño que le hicieron a ella, y a otras dos muchachas en esa noche fría del 28 de octubre.
Para ella, es injusto que las leyes continúen igual, y los asaltantes ni siquiera teman ir a la cárcel.
Mientras tanto ella, seguirá recordando cada momento de su ataque, en sus sueños, pesadillas que la atormentan y que espera algún día sacar para siempre de su vida.